jueves, 12 de febrero de 2015

Problemas sociales

Paula es una niña muy aplicada, calmadita, de buenos modales, agradable podría decirse. Me gusta porque es alta y gordita, muy linda; además hace aportes chéveres cuando participa y es una niña inteligente y madurita. Una de las tantas a las que le doy una clase. Me parece curioso que Paula tenga 4 mejores amigas, porque generalmente las niñas a esa edad suelen tener solo una. Sin embargo, eso es lo que dice ella y eso es lo que dicen las amiguitas también. 

Hoy estuvimos trabajando en grupo, y pedí que se hicieran de a 4. Por supuesto, Paula me pidió que dejara su grupo de 5 para que ella no quedara con alguien diferente, a lo que por supuesto dije que sí. Lo curioso del asunto es que cuando ella fue entusiasmada a contarle a sus amigas, ellas, por su parte, le dijeron que inicialmente yo había dicho 4 y que 5 eran muchas para el trabajo, que se buscara otro grupo. Paula, les explicó que yo le había dado permiso, pero ellas no cedieron y Paula finalmente se hizo en un grupo de niños, mientras se le caían las lágrimas y miraba de reojo el grupo de donde la habían sacado.

Paula me hizo pensar en lo difícil que es tener un grupo, un lugar donde encajar. Por más que he pasado por diferentes grupos, por diferente tipo de gente, nunca he logrado sentir que por fin tengo un grupo con el cual me identifico y puedo ser parte, sintiendo esa amistad incondicional, que si he visto ocurrirle a muchas personas. He tenido amigos, tengo aun unos pocos, porque la mayoría los he ido alejando al ver que con el paso del tiempo se vuelve poco lo que podríamos compartir y tener en común. 

No creo que sea una persona rara ni nada así, ni creo que sea mala gente; siento más bien que no puedo compartir con muchas personas, que me cuesta abrirme y crear lazos con las personas. A veces, siento que lo mío es quedarme sola, que mis relaciones fracasan porque no entro en las personas especiales, ni en las amigas que todos quisieran tener en sus grupos. Seguramente, tampoco soy el tipo de novia que mis novios han querido tener, y quizá ha sido un golpe de suerte que tenga aún los amigos que tengo.

Llevo días compartiendo eso que sintió Paula. Afortunadamente para ella aún queda mucho tiempo y gente por conocer. Para mi, cada vez siento que lo mejor sería quedarme sola.