viernes, 5 de octubre de 2018

Cansancio

Suelo levantarme varios días con la pesadez del cuerpo que quiere permanecer en la cama, con los ojos pegados que se aferran al sueño y con los pies que se resisten a empezar a andar y en mi casa le dicen a eso "cansancio".

Arrastro los pies casi todas las mañanas hasta el baño. Me siento un buen rato y pienso en lo que debo hacer y la cabeza automáticamente se me escapa y me lleva a otros lugares y a otros tiempos. A veces me miro en el espejo y verifico cómo va el cuerpo, si subo de peso, si adelgazo, si salen arrugas o granos. Me miro completa y luego me acerco al espejo para ver si es hora de quitarse pelos de las cejas, me recuerdo que tengo que prevenir las arrugas y echarme cosas en la cara para que no se me siga notando la resequedad que me da últimamente por los cambios de clima. Me meto a bañar y salgo para volver a los pensamientos iniciales.

Salir de prisa, cumplir, escuchar, hablar, sonreír, callar. Básicamente es eso cada día. A veces hay días en que se ríe más o se calla menos; otros, en los que se llora y otros en los que hay un pico inesperado de felicidad. Pero el ciclo se repite en las primeras 6 acciones, básicamente. 

A veces sirve de alivio compartir con otros y darse cuenta de que el ciclo de uno es un nivel mínimo de drama, que el drama es la mente de uno nada más. Otras veces me hago la que escucho e ignoro totalmente lo que otros me cuentan porque no me importa, porque de verdad lo único que me importa es lo que yo siento y los ejemplos de otros solo sirven para simular que no soy la única, que no estoy sola, pero más allá todo sigue igual. 

Para el cansancio del cuerpo me tomo unas aguas de lo que sea o me activo con ejercicio, aunque realmente prefiero tomar la siesta por la tarde. Para el cansancio emocional no he encontrado la cura. Ya me han dicho que leer o ver televisión, ver algunas series, salir de viaje, salir de fiesta y hablar van a sacarme de esto. Sin embargo, la gran mayoría no se me da por el tiempo y las otras son apenas medio vaso de agua para un cuerpo agitado en medio de un desierto,  se acaba rápido y me devuelve como vomitada a una realidad que me espera. Aunque bueno, puede que sí ayude porque vomitada o no puedo continuar.

Además de estos dos cansancios me ha llegado el de "la vida". Supongo que no soy la única que se piensa a esta edad y se cansa de lidiar con trabajos, con expectativas y con un montón de quehaceres que no se entienden bien de dónde salieron. A veces me pregunto qué pasaría si por una semana no hago eso que se supone debo hacer, si en vez de ahorrar y guardar el dinero para entregarlo a otro que me da un servicio o alguna joda me fuera a la playa a echarme en la arena, como usualmente suelo pensarme, y dejara de pagar eso ¿qué? Me quedaría finalmente por allá y me buscaría un empleo o tal vez me dedicaría a vender poemas en la calle, o infortundamente me aburriría y me devolvería donde mi mamá. De cualquier forma, lo que pienso a veces ni lo hago porque todo lo demás me arrastra. Ya llevo meses postergando la crema antiarrugas, por ejemplo.

Me cansa de la vida el cuerpo, la voz y la propia vida. Me cansa los dolores de espalda que vienen y van, las rodillas que a veces suenan, la cabeza que le da por doler y las alergias que me hacen ver demacrada. Me cansa lidiarme en estas conversaciones y tener que levantar mis pies una vez más, alistar la maleta con las sonrisitas del día y cumplir con lo que se supone que debo hacer. Me cansa darme aliento y decirme que es por un poco tiempo, que ya casi, que pronto y que igual tengo buenas cosas y cosas que otros no. Me cansa el interlocutor que necesita algo de mi, que me exige, que se impacienta; ese al que le retribuyo, al que le comparto y le digo, del que espero a veces algo y del que me canso de esperar. 

Llego cada noche a acostarme sin reflexionar mucho sobre los cansancios, esperando que si los ignoro concilie el sueño y me despierte mejor. No sé si haya algo que alivie, si pronto ocurrirá algo que haga que algunos de mis quehaceres desaparezcan o se haga más sencillos. Pienso que si cumplo  otro año más de edad a lo mejor deje de preocuparme y lo tome "más suave", o me rinda finalmente y me de por asimilar una sola expresión para todas las cosas y continuar como si nada. Espero que ojalá así sea, porque no quisiera pasar otro año y descubrir otro cansancio más.