Han pasado varios años desde la ultima vez que lo vi. La última fue la peor, pero la anterior a esa a un la guardo entre mis historias de momentos graciosos. Era su cumpleaños como en octubre del 2008, supongo. Estábamos con Carolina en un antro de mala muerte donde la cerveza era barata y acostumbrábamos emborracharnos los viernes. Llegaron sus amigos y en una tarde nos embriagamos con porquerías mientras bailábamos tropipop y la "vecinita tiene antojo", porque éramos más jóvenes y nos gustaba llamar mucho la atención.
Recuerdo pararme y decir que lo amaba a todo grito mientras sus amigos se reían de mi borrachera y de pronto agarrarlo a besos como siempre lo hacíamos mientras bailábamos los tres, con Carolina. Ella sentía celos de mi "conexión" infantil que tenía con Felipe, o al menos eso parecía cada vez que nos reuníamos y dejaba a un lado su homosexualidad para decir que dejaría todo por mi, y yo por él, aunque ambos dijéramos mentiras. Aun lo veo ahí, parado bailando, botando pluma, tratando de hacerme ver que era importante nuestra amistad, que era querida por muchas personas y que no era la fea que estaba acostumbrada a ver frente al espejo y de la que me quejaba todos los días en ese entonces. Esta es una de esas historias vanas de adolescentes.
Luego de eso dejé la Universidad. Empecé a trabajar y en mis chats tenía los reproches de él por mi abandono,y por mi brutalidad de dejar de estudiar y dejar muchas de mis comodidades por los problemas que él jamás entendió; porque más nunca saqué el tiempo para verlo ni siquiera bailar. Nunca volvimos a llorar y a quejarnos como amigas, ni a darnos abrazos ni a dormir arrunchados, ni a hacer nada más que quejarnos de nuestra vida; de su vida como el gay que aun no le confesaba a su familia y de mis tristezas amorosas constantes.
Supe que tuvo novios mientras tanto, porque Felipe cambiaba de novio cada semana. Él supo que yo estaba aburrida de vivir trabajando, que empezaba a odiar lo que me rodeaba y así nuestra amistad se volvió virtual hasta el último de sus días.
Una noche, a punto de irme del trabajo para mi casa él me saludó y me dijo que estaba mal, que había discutido con su abuela, que le había contado a su mamá que era homosexual, que nadie lo quería, que Carolina lo había dejado solo porque estaba embarazada, que no le veía sentido a su viaje anhelado a Argentina, que estaba cansado de ser pobre y estaba cansado de parecer inteligente cuando era apenas una "estrella porno" que filmaba vídeos en Modelia para venderse y vivir la vida que sus pretendientes "gomelos" vivían. A pesar de que intenté calmarlo y hacerle ver otra cosa me despedí rápido y esperé a que sus maluqueras depresivas se le pasaran al otro día.
Cuando llegué al otro día a mi trabajo estaba ahí el mensaje de desconectado donde me decía que me quería, que era bella, que nunca me olvidaría y que era su mejor amiga. Después de un rato sonó mi celular y me avisaban que se había suicidado esa noche.
No sé que día pasó esto porque preferí eliminar eso de mi memoria, no sé ni siquiera en que año fue ni en que mes, no sé porque me acuerdo hoy de él. Supongo que hoy para mi es un día en que quiero mandar todo al carajo, en que recuerdo como he fracasado y en que me gustaría poder llamarlo y decirle y escuchar su voz al menos para reírme, para sentir que sigo diciendo y quejándome de bobadas que tienen solución. Quizá porque aun no crezco lo suficiente para no detenerme a mirar un poco hacia atrás y pensar que pude haber tomado algún consejo y haber actuado de forma diferente. Quisiera hoy, poder al menos tenerlo de forma virtual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario